Isaac Asimov, de origen ruso, vivió desde los tres años en la ciudad de Nueva York. A los cinco años aprendió a leer de manera autodidacta devorando las revistas de ciencia-ficción de los estantes de la tienda de golosinas de sus padres. Pasados los años se doctoró en Bioquímica y fue profesor de esta materia en la Universidad de Boston. Ha sido un escritor muy prolífico de relatos de ciencia-ficción y de textos de divulgación científica.
Recibí como regalo de cumpleaños, cuando todavía iba al instituto, uno de sus libros: Nueva Guía de la Ciencia. En él se recogen los conceptos teóricos para poder comprender la ciencia contemporánea, siguiendo un enfoque histórico y sin la utilización de fórmulas matemáticas. Texto ameno en su lectura de un gran historiador de la Ciencia. Es uno de los libros recomendados dentro del máster y desde aquí me sumo a esa recomendación.
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Tenía un miedo a volar que hizo que sólo viajara en avión dos veces en toda su vida, lo que le hizo pensar que podía padecer de acrofobia. Asimismo padecía claustrofilia, es decir, le gustaban los lugares pequeños y cerrados.
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