13 mayo 2011

Reflexión medioambiental


Desde hace un tiempo casi todos los días recibo correo, cantidades ingentes de cartas. Todos los días abro con ilusión el buzón esperando recibir alguna postal del viaje de algún amigo o la noticia de que soy millonaria. Tras la apertura llega el momento de la desilusión: sólo tengo propaganda electoral. El siguiente paso es reciclar todo este papel, por esto de que soy una ciudadana con un "gran compromiso medioambiental".

Parte de la labor de cualquier "profe" es educar en buenas prácticas medioambientales, empezando por evitar el derroche injustificado de papel tras el cual existe un consumo energético muy elevado, tanto en su producción, como en su tratamiento cuando es reciclado, además de producirse pérdida de masa forestal.

Simplemente quiero manifestar que este tipo de actividades sociales en las que se producen gastos inexplicables de papel no son de gran ayuda a la hora de promover una conciencia medioambiental en nuestros jóvenes.